martes, 11 de noviembre de 2014

FELICIDAD Y SALUD

Jigme Senge Wangchuk fue el cuarto rey, de la dinastía actual, de un pequeño país situado al sur de Asia en la cordillera del Himalaya, llamado Bután, que en la década de los 70 instauró el índice de *Felicidad Nacional Bruta cuyo fin no era otro que el de incrementar la felicidad de sus ciudadanos.

¿Imaginan que sucedería en España si existiera este índice FNB*?

El psiquíatra doctor Fiedman, del New York Presbyterian-Weill Cornell Hospital señala que la felicidad es “difícil de medir, pero fácil de reconocer”, y es que si algo tenemos en común todos los seres humanos es el deseo de ser felices.

Estudios científicos aseguran que la felicidad, entre muchas otras ventajas, mejora la salud y alarga la vida; una perspectiva vital positiva  - combinación de bienestar físico y emocional - se relaciona con la longevidad y las personas que tienen una mentalidad optimista, tienden a involucrase en hábitos de vida saludables, ya que los perciben como muy beneficiosos. Además, existen estudios que han evaluado favorablemente la relación del bienestar y la felicidad con respecto al sistema inmunitario, a nivel neuroendocrino, o en relación al área cardiovascular.

A su vez, estar bien informados sobre uno de los derechos fundamentales que el ser humano posee como es la salud, a través de información veraz, resulta significativo para poder adquirir rutinas que influyan en nuestra calidad de vida.


Parte de un estudio presentado en el mes de julio, elaborado por la Fundación Salud 2000 en colaboración con la Asociación de Usuarios de la Comunicación, "La participación de los ciudadanos en el cuidado de la salud" analiza qué comportamientos son considerados por los pacientes y los ciudadanos como más saludables.

De él se desprende que el 53,4% de la población general cree que una buena alimentación es el hábito más importante que se debe mantener para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida, seguido del no fumar (25,7%) y hacer ejercicio físico (15,3%).

Tanto es así que las políticas Sanitarias actuales pretenden –entre muchas otras- combatir el sobrepeso, los malos hábitos alimentarios,  el tabaquismo, y el sedentarismo físico.  Hoy es utópico, pero quizás algún día llegue el momento, como sucedió en el alejado reino de Bután, que las Políticas Sanitarias incluyan también el tratar de ser felices.

Lo dijo ya el filósofo y científico Griego Tales de Mileto considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia que vivió entre los años 625 a. C. y 547 a. C, “La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber”.

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