La Fundación Salud 2000 ha convocado por segundo año consecutivo el premio periodístico sobre cáncer de cabeza y cuello : Periodistas de la Razón, Gaceta Médica y Deia han sido galardonados por sus artículos publicados en estos diarios.
La Fundación se siente altamente comprometida con la prevención de enfermedades. Consideramos que la concienciación social y la actitud personal pueden evitar, a veces, contraer determinadas enfermedades o mejorar el día a día de los enfermos.
No cabe duda que los medios de comunicación cumplen una importante función en la tarea de divulgación. Por esta razón, creemos que pueden contribuir a dar la voz a esta patología, que en muchos casos pasa desapercibida hasta estadios avanzados. Y es que estos tumores ocupan entre la quinta y séptima posición en incidencia en el mundo entero, sólo superado por el de mama y el colorrectal. Sin embargo sigue siendo un gran desconocido en muchos ambientes socio-sanitarios y en la población general.
Algunos de estos periodistas han titulado sus artículos como “la invisibilidad del tumor de bar”, ya que según los expertos, alcohol y tabaco forman la pareja que provoca la mayoría de estos cánceres, aunque, recientemente se ha demostrado también la implicación del virus del papiloma humano (VPH).
Varias razones se hallan detrás de la invisibilidad de estos tumores: poca popularidad, la omisión de los pacientes y la ausencia de diagnóstico precoz por parte de los médicos. El Presidente del Grupo Español de Tratamiento de Tumores y Cabeza y Cuello y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) explica: “Hemos de reconocer que la banalidad de los síntomas impide una detección temprana del problema y a muchos profesionales se les pasa por alto”.
Pese a que los diagnósticos llegan tarde, en estadios III y IV, hay tratamientos que consiguen una supervivencia de los pacientes entre un 20 y un 40 por ciento, a los cinco años, según el tipo de cáncer.
Los pacientes piden también una normalización social pues muchos pacientes que lo superan han de convivir con el estigma de que sus malos hábitos le han condenado a sufrir esta enfermedad.
Con este fin de concienciación se estrenó el pasado año la obra Senseless: “El valor de los sentidos”, enmarcada en un programa internacional que quiere llamar la atención sobre el silencio de los TTCC. La obra reproduce el recorrido que realiza un paciente durante su enfermedad, y evidencia las barreras de comunicación y los aspectos emocionales del proceso, desde la aceptación personal de la enfermedad –“como autocomprensión de uno mismo y donde es fundamental la relación del médico como guardián de la vida y la muerte”, matiza el filósofo Javier Sádaba, hasta su integración familiar y social. Y es que tanto el plano profesional como el humano han de compaginarse para poder asumir y superar el duro golpe de sufrirla.
Presidenta Ejecutiva de la Fundación Salud 2000
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